Además
de los vistos en el capítulo anterior, el uso de los dos puntos se extiende a
otros contextos o construcciones lingüísticas, entre los que cabe citar los
siguientes:
Entre
oraciones yuxtapuestas. Se emplean los dos
puntos para conectar oraciones relacionadas entre sí, dejando entrever una
relación de dependencia. Esta relación puede ser de diferentes tipos:
- Causa-efecto: Se ha quedado sin trabajo: no
podrá ir de vacaciones este verano.
- Conclusión, consecuencia o resumen de la oración
anterior: El arbitraje fue injusto y se cometieron muchos errores: al
final se perdió el partido.
- Verificación o explicación de la oración
anterior, que suele tener un sentido más general: La paella es un plato
muy completo y nutritivo: tiene la fécula del arroz, las proteínas de sus
carnes y pescados, y la fibra de sus verduras.
- Oposición: Rodolfo no es una persona: es mi
gato.
En
este tipo de contextos, los dos puntos puede alternar con el punto y coma.
Con
conectores discursivos. Suelen usarse los dos
puntos tras algunos conectores de carácter introductorio que anuncian, de
manera un tanto enfática, una explicación, como a saber, es decir, en
conclusión, pues bien, dicho de otro modo, más aún, ahora bien, etc.:
La
voz carbunclo tiene dos sentidos, a saber: ‘piedra preciosa’ y ‘enfermedad del
ganado’.
Dice
que se va. Más aún: amenaza con no volver jamás.
Tampoco
en este caso debe usarse la mayúscula tras los dos puntos.
En
la mayoría de estos contextos puede, asimismo, escribirse coma en lugar de dos
puntos, si bien con ella desaparecen el énfasis y la expectación creada en el
lector en relación con lo que se va a decir.
Delante
de los conectores, no deben usarse los dos puntos. Por tanto, sería
incorrecto escribir, por ejemplo, ⊗Se ha preparado
durante diez meses: por tanto, no tendrá problemas en aprobar.
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En
títulos y epígrafes. En títulos y
epígrafes es frecuente el uso de los dos puntos para separar el concepto
general del aspecto parcial del que va a tratarse:
La
literatura medieval: fuentes y desarrollo.
En
cartas y documentos administrativos
- Se emplean dos puntos tras las fórmulas de saludo
en el encabezamiento de cartas y documentos. La palabra que sigue a los
dos puntos se escribe con inicial mayúscula y en renglón aparte:
Estimado
señor:
Le
agradeceré que en el plazo más breve posible...
Debe
evitarse utilizar la coma en vez de los dos puntos con este tipo de fórmulas.
Así, no es correcto escribir
⊗Querida Raquel,
Hace
tiempo que quería decirte...
|
- Se usan, asimismo, tras verbos como certificar,
exponer, solicitar..., escritos enteramente en mayúsculas, que actúan
como fórmulas de enunciación en los textos jurídicos y administrativos.
También en estos casos la primera palabra que sigue a dicho verbo se
escribe con inicial mayúscula y en párrafo aparte:
CERTIFICA:
Que
D. José Alvarez ha concluido con honores el Curso...
Del
mismo modo, se escriben dos puntos tras gerundios como considerando o resultando
cuando preceden a cada una de las razones que sirven de apoyo a un fallo,
dictamen o solicitud.
Concurrencia
con otros signos. Como es lógico, los
dos puntos no pueden aparecer junto a los otros signos delimitadores (punto,
coma y punto y coma), puesto que cumplen la misma función.
Si
pueden concurrir, en cambio, con los demás (los de interrogación o exclamación,
los puntos suspensivos, los paréntesis, los corchetes, las rayas, etc.):
Todas
esas personas no son de fiar (nunca cumplen su palabra): mejor alejarse de
ellas.
Si
pudiera recuperar algo de aquello...: las emociones, la capacidad de sorpresa,
la alegría y tantas otras cosas.
En
estos casos, los dos puntos siempre deben colocarse a continuación de los demás
signos.
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