A pesar de ello, en ocasiones resulta
necesario hacer la transcripción del texto original; sea porque nos interesa
que queden las palabras exactas utilizadas por el autor (para que no se sugiera
que estamos malinterpretándolas) o porque por su belleza o elocuencia, merecen
ser transcritas.
Es importante en esos casos no abusar de la
transcripción; no deberíamos copiar más de dos párrafos. En todos los casos
debemos comentar el texto transcrito y relacionarlo con el nuestro. No podemos
transcribir un texto y dejar que el lector interprete la pertinencia que tiene
con el tema que estamos desarrollando.
En transcripciones de 5 líneas o menos, es
mejor copiarlo dentro del párrafo que estamos redactando. En ese caso, el texto
que tomamos debe ir entrecomillado. A continuación un ejemplo:
Según
la Ortografía de la lengua española[1], se trata de signos
dobles (tienen uno de apertura y otro de cierre) que se utilizan para enmarcar
construcciones interrogativas o exclamativas directas. Su principal función es
“indicar que la secuencia que encierran manifiesta una modalidad no aseverativa
[…]; en otras palabras, que quien escribe quiere presentar la información como
una pregunta (modalidad interrogativa) o como una exclamación (modalidad
exclamativa)”.
Como pueden ver, se utilizan las comillas
para marcar el inicio y el final de la transcripción y, si se omite parte del
texto original o si se introduce algo que no corresponde al mismo, se utilizan
los corchetes.
No debe utilizarse en ninguna transcripción
la cursiva o la negrita, salvo que así esté en el original o en caso de que
deseemos resaltar una pequeña parte del escrito. Si lo marcamos todo, en
realidad no se está destacando nada.
En transcripciones mayores de cinco líneas, es
mejor hacerlas en párrafo aparte. Estas transcripciones no llevan comillas; en
cambio, sí requieren del uso de un margen izquierdo diferente (de 1 cm.) para
que se marque claramente que no corresponde al autor del texto, sino que se
trata de una transcripción. También se utiliza un punto menos en el tamaño de
la fuente. Como se indicó para transcripciones más cortas, no debe marcarse el
texto en su totalidad con la cursiva o la negrita.
[1] Real Academia Española y Asociación de
Academias de la Lengua Española. 2010. Ortografía de la lengua española.
México D. F.: Planeta.
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