Quienes tenemos algunos años encima ;-) recordamos las
complicadísimas normas de citación utilizadas durante nuestros primeros años de
estudio, cargadas de palabras latinas que no teníamos claro qué significaban,
pies de página con líneas y líneas de “ibíd”, “op cit”… etc., que desorientaban
al lector quien debía ir de página en página para tener claro a cual cita
precedente se hacía referencia. Es común, sobre todo en el área de las ciencias
y las humanidades, el uso de estos complicados sistemas de citación.
En lo personal, desde que conocí el sistema de la APA (American
Psychological Association) –al cual admito en un principio ofrecí resistencia-,
la citación en mis escritos ya no es una barrera. Este sistema no solo es
sencillo, sino que le da a los lectores interesados la posibilidad de consultar
las fuentes de las citas en artículos o trabajos de investigación.
Pero, las normas de la APA no solo buscan facilitar la ubicación
de las fuentes, sino también la sencillez en la exposición de las ideas. Así,
son varios los aspectos que se tratan en el manual, y es importante darle una
leída a todas las recomendaciones derivadas del mismo para adaptarlas al
sistema de escritura en español.
Les acompaño los vínculos a dos manuales en español sobre el uso de estas
normas de citación y una presentación en Power Point, los cuales les podrán ser
de utilidad para conocerlas y adaptarlas a sus propias necesidades. En todo
caso, lo importante al incluir los datos de las fuentes citadas en un artículo,
es la consistencia.
Magnífico, Rebeca. Muchísimas gracias.
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