Tilde de interrogativos y exclamativos

Me han consultado sobre cuándo deben tildarse algunas palabras como que, donde, cuando, entre otras. Sobre este tema, el Diccionario panhispánico de dudas dice lo siguiente:

"Las palabras adónde, cómo, cuál, cuán, cuándo, cuánto, dónde, qué y quién, que tienen valor interrogativo o exclamativo, son tónicas y llevan tilde diacrítica. Introducen enunciados directamente interrogativos o exclamativos: ¿Adónde vamos?; ¡Cómo te has puesto!; ¡Qué suerte ha tenido!; ¿De quién ha sido la idea?; o bien oraciones interrogativas o exclamativas indirectas: Pregúntales dónde está el ayuntamiento; No tenían qué comer; Imagínate cómo habrá crecido que no lo reconocí; Verá usted qué frío hace fuera. Además, pueden funcionar como sustantivos: Se propuso averiguar el cómo, el cuándo y el dónde de aquellos sucesos.

Estas mismas palabras son átonas —salvo cual, que es siempre tónico cuando va precedido de artículo— cuando funcionan como relativos o como conjunciones y, por consiguiente, se escriben sin tilde: El lugar adonde vamos te gustará; Quien mal anda, mal acaba; El que lo sepa que lo diga".

Aunque la entrada del diccionario pareciera ser bastante clara, utiliza un par de términos técnicos que podrían causarles alguna confusión.

En esencia, lo que dice es que cuando utilizamos esas palabras en interrogaciones y exclamaciones directas (esas que van entre signos), se tildan; ahí no hay duda. El problema viene cuando es en forma indirecta. Para ello se alude a las expresiones tónicas o átonas (que tiene que ver con la intensidad con que se pronuncia la palabra o el acento que le imprimimos -que es más claro en la expresión oral-). Si estamos remarcando una duda o una exclamación (aunque en forma indirecta), la palabra va tildada; cuando no lo hacemos, son palabra átonas, o sea, que carecen de acento.

Tengamos en cuenta que la expresión escrita carece de todos los elementos que sí tiene la expresión verbal, en la cual levantamos el tono o acentuamos alguna palabra, todo eso mientras gesticulamos. Las tildes, los signos de interrogación y muchos otros elementos gráficos, nos ayudan a poner en el texto escrito, algo de la riqueza del lenguaje verbal.