El otro día recibí una consulta muy interesante. Alguien llamaba mi atención sobre el hecho de que algunas personas utilizan el adjetivo "genérico" como sinónimo de "general". Es claro, si consultamos el diccionario, que esas palabras no son intercambiables y se utilizan en contextos diferentes. En todo caso, un profesor de la carrera nos decía siempre que los únicos sinónimos eran "empezar" y "comenzar" y que el resto de las palabras tenían matices muy diferentes. Así que no podemos pensar que tenemos resueltos todos los problemas que implica redactar un documento, teniendo a la par un diccionario de sinónimos, pues es importante tener bien claro el significado de cada palabra, para así determinar si corresponde su utilización dependiendo del contexto comunicativo.
Y, realmente ese es el tema al cual me quiero referir en esta oportunidad: el de la precisión en el lenguaje. La precisión en el uso de las palabras tiene que ver con la exactitud del significado de las mismas. Si queremos comunicarnos realmente, debemos tener bien claro el significado de las palabras que utilizamos; más aun cuando debemos recurrir a vocabulario técnico. Y esto va más allá de consultar el diccionario de la Real Academia de la Lengua, pues dependerá del contexto el uso que hagamos de las palabras.
No utilizamos el mismo lenguaje en nuestro ámbito profesional, entre nuestros amigos o cuando estamos con nuestra familia. Algunas palabras que a nivel general pueden ser clasificadas como insultos, en el hogar no lo son; igualmente, el uso que se da a una palabra en la sociedad en general, puede ser diferente dentro del ámbito de una disciplina; o incluso variar de una a otra disciplina.
Lo importante, en todo caso, es que hagamos de los diccionarios, y sobre todo de la lectura y de las tertulias con nuestros compañeros y amigos, una experiencia enriquecedora, que nos permita conocer más y mejor el léxico de nuestra lengua. Eso será fundamental en nuestro proceso de comunicación y en nuestra vida en sociedad.
Y, realmente ese es el tema al cual me quiero referir en esta oportunidad: el de la precisión en el lenguaje. La precisión en el uso de las palabras tiene que ver con la exactitud del significado de las mismas. Si queremos comunicarnos realmente, debemos tener bien claro el significado de las palabras que utilizamos; más aun cuando debemos recurrir a vocabulario técnico. Y esto va más allá de consultar el diccionario de la Real Academia de la Lengua, pues dependerá del contexto el uso que hagamos de las palabras.
No utilizamos el mismo lenguaje en nuestro ámbito profesional, entre nuestros amigos o cuando estamos con nuestra familia. Algunas palabras que a nivel general pueden ser clasificadas como insultos, en el hogar no lo son; igualmente, el uso que se da a una palabra en la sociedad en general, puede ser diferente dentro del ámbito de una disciplina; o incluso variar de una a otra disciplina.
Lo importante, en todo caso, es que hagamos de los diccionarios, y sobre todo de la lectura y de las tertulias con nuestros compañeros y amigos, una experiencia enriquecedora, que nos permita conocer más y mejor el léxico de nuestra lengua. Eso será fundamental en nuestro proceso de comunicación y en nuestra vida en sociedad.
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