La primera oración es incorrecta. No se puede utilizar
el verbo haber conjugado como verbo principal de la oración (solo se
utiliza en singular en oraciones impersonales). Habría que utilizar cualquiera
de las otras dos posibilidades, dependiendo de lo que se quiera dar a entender
(sea que en ese piso están asignadas o ubicadas en forma permanente 30 personas
(somos 30 personas) o en el instante en que se hace la afirmación, hay
30 personas (estamos 30 personas).
El verbo haber cumple una importante función
como verbo auxiliar. En esos casos sí puede aparecer en plural, junto a otro
verbo en participio: Habían llegado tarde como de costumbre.
Sobre el uso del verbo haber las Academias de
la Lengua hacen las siguientes indicaciones en el Diccionario panhispánico
de dudas:
haber. 1. Verbo irregular: v. conjugación modelo (→ apéndice 1, n.º 35). Cuando
funciona como impersonal (→ 3b y 4), la tercera persona
del singular del presente de indicativo, en lugar de ha, adopta la forma especial hay (salvo en el uso con expresiones
temporales; → 4.2); si a la forma hay se le añade un pronombre enclítico
—algo frecuente en la lengua antigua, pero raro hoy (→ pronombres
personales átonos, 3a)—,
debe mantenerse su escritura con y, aunque esta letra quede en interior de
palabra (→ i, 5c): «Las mafias no existen, pero
haberlas, haylas» (Abc [Esp.] 5.7.96). La primera persona del
plural del presente de indicativo es hemos, y no la arcaica habemos, cuyo uso en la formación de los
tiempos compuestos es hoy un vulgarismo propio del habla popular (→ 3).
También es propio del habla popular el uso de habemos con el sentido de ‘somos o estamos’ (→ 4.1). Solo es normal
hoy en la lengua culta el uso de habemos en el caso de la locución coloquial habérselas con alguien o algo (→ 5c). Asimismo, hoy
son ajenas a la norma culta las formas de presente de subjuntivo haiga, haigas, etc., en lugar de haya, hayas, etc.: «Nunca he visto que naide que se
haiga muerto, haiga vivío otra ve» (González Provisiones [Cuba 1975]). En cuanto al imperativo,
las formas heredadas del latín son habe y habed, aunque carecen de uso en la
actualidad, pues este verbo, al haber sido desplazado con sentido posesivo por tener (→ 2), no se conjuga hoy
en imperativo.
2. Verbo personal. El verbo haber procede del latín habere, que significa ‘tener’, y con este
sentido se usó también en el español medieval y clásico: «Unas casas quantas avíamos en
Villa Nueva» (Carta [Esp. 1289]); «Habe paciencia si eres tú enojoso
e grave a los otros en la tu conversación, et non eres así gracioso commo
otros» (Benedicto XIII Consolaciones [Esp. 1417]). Sin embargo, con este
sentido, pronto perdió terreno en favor de tener, y haber se especializó en sus usos como
auxiliar (→ 3)
y como impersonal (→ 4).
Su empleo hoy con el valor de tener es un arcaísmo lingüístico que solo se
da en textos escritos, especialmente literarios, con intención arcaizante, o en
expresiones jurídicas, normalmente en construcción pasiva: «Juró exterminar a todos los
fascistas que pudiese haber a la mano» (León Cristo [Esp. 1941]); «Los emigrantes españoles [...] pierden también a sus hijos, a
veces, si son habidos de europea» (País [Esp.] 6.10.77).
3. Verbo auxiliar. Haber es
el principal verbo auxiliar en español, ya que se emplea para formar los
tiempos compuestos de la conjugación. Para ello, se combinan todas las formas
simples de haber con el participio en -o del verbo que se esté conjugando: ha comprado, hemos querido, había
venido, etc. No debe usarse
la forma arcaica habemos para formar la primera persona del
plural del pretérito perfecto compuesto o antepresente de indicativo, como a
veces ocurre en el habla popular: «Mía
que si nos habemos equivocao y no lo afusilan aquí» (RdgzMéndez Bodas [Esp. 1976]). Como auxiliar, forma
parte también de las construcciones haber
de y haber que + infinitivo:
a) haber de + infinitivo. En
el español general, esta perífrasis denota obligación, conveniencia o necesidad
de que el sujeto realice la acción expresada por el verbo —o, si el infinitivo
es pasivo, de que le suceda lo expresado por el verbo— y equivale a tener que, fórmula preferida en el habla
corriente: «He de reconocer
que al principio me incomodó la idea de encontrármelo durante la travesía» (Padilla Imposibilidad [Méx. 1994]); «Hubimos de esperar varios meses
hasta conseguir recursos económicos» (Laín Descargo [Esp. 1976]); «La imagen de la Virgen hubo de ser
retirada» (Hora [Guat.] 14.7.97). A veces expresa,
simplemente, acción futura: «¡No
he de morir hasta enmendarlo!» (Cuzzani Cortés [Arg. 1988]); «Ni siquiera la guerra habría de
aliviar el temor y el respeto que imponía aquel valle a trasmano» (Benet Saúl [Esp. 1980]). Tampoco en el caso de
esta perífrasis es admisible en la lengua culta el uso de la forma habemos para la primera persona del plural del
presente de indicativo: «Ahora
los perdedores habemos de ahogar las penas en el vino y pensar en otras cosas» (RdgzMéndez Bodas [Esp. 1976]); debió decirse hemos de ahogar las penas.
b) haber que + infinitivo. Funciona
a modo de perífrasis impersonal y significa ‘ser necesario o conveniente’: «Hay que buscar agua y provisiones» (VqzFigueroa Caribes [Esp. 1988]); «¿Y habrá que esperar mucho?» (Cossa Criado [Arg. 1986]). Al ser impersonal, se
conjuga solo en tercera persona del singular; por ello, si el verbo que le
sigue es pronominal, no es correcto el uso del pronombre de primera persona del
plural: «Todavía hay que
esforzarnos mucho más» (Proceso [Méx.] 27.10.96); debió decirse Todavía hay que esforzarse mucho más. Si se desea hacer explícita la
participación de quien habla en la acción, puede usarse la construcción
personal tener que: Tenemos
que esforzarnos mucho más.
4. Verbo impersonal. Además de su empleo como auxiliar, el otro uso
fundamental de haber es denotar la presencia o existencia
de lo designado por el sustantivo que lo acompaña y que va normalmente
pospuesto al verbo: Hay
alguien esperándote; Había un taxi en la puerta; Mañana no habrá función; Hubo
un serio problema. Como se ve
en el primer ejemplo, en este uso, la tercera persona del singular del presente
de indicativo adopta la forma especial hay. Esta construcción es heredera de la
existente en latín tardío «habere (siempre en tercera persona del
singular) + nombre singular o plural en acusativo». Así pues, etimológicamente,
esta construcción carece de sujeto; es, por tanto, impersonal y, en
consecuencia, el sustantivo pospuesto desempeña la función de complemento
directo. Prueba de su condición de complemento directo es que puede ser
sustituido por los pronombres de acusativo lo(s),
la(s): Hubo un problema > Lo hubo; No habrá función > No la habrá. Puesto que el sustantivo
que aparece en estas construcciones es el complemento directo, el hecho de que
dicho sustantivo sea plural no supone que el verbo haya de ir también en
plural, ya que la concordancia con el verbo la determina el sujeto, no el complemento
directo. Por consiguiente, en estos casos, lo más apropiado es que el verbo
permanezca en singular, y así sucede en el uso culto mayoritario, especialmente
en la lengua escrita, tanto en España como en América: «Había muchos libros en aquella
casa» (Ocampo Cornelia [Arg. 1988]); «Había unos muchachos correteando» (VLlosa Tía [Perú 1977]); «Hubo varios heridos graves» (Valladares Esperanza [Cuba 1985]); «Habrá muchos muertos» (Chao Altos [Méx. 1991]). La misma inmovilidad en
singular del verbo conjugado debe producirse en el caso de que haber forme parte de una perífrasis con poder, soler, deber, ir a, etc.: «En torno de una estrella como el
Sol puede haber varios planetas» (Claro Sombra [Chile 1995]); «En esta causa va a haber muchos
puntos oscuros» (MtzMediero Bragas [Esp. 1982]). No obstante, la
excepcionalidad que supone la existencia de un verbo impersonal transitivo,
sumado al influjo de otros verbos que comparten con haber su significado «existencial», como estar, existir, ocurrir, todos ellos verbos personales con
sujeto, explica que muchos hablantes interpreten erróneamente el sustantivo que
aparece pospuesto al verbo haber como su sujeto y, consecuentemente,
pongan el verbo en tercera persona del plural cuando dicho sustantivo es
plural: «Hubieron muchos
factores que se opusieron a la realización del proyecto» (Expreso [Perú] 22.4.90); «Entre ellos habían dos niñas
embarazadas» (Caretas [Perú] 1.8.96); incluso se ha llegado
al extremo de generar una forma de plural hayn para el presente de indicativo, con el
fin de establecer la oposición singular/plural también en este tiempo: «En el centro también hayn cafés» (Medina Cosas [Méx. 1990]). Paralelamente, se comete
también el error de pluralizar el verbo conjugado cuando haber forma parte de una perífrasis: «Dice el ministro que van a haber
reuniones con diferentes cancilleres» (Universal [Ven.] 6.11.96). Aunque es uso muy
extendido en el habla informal de muchos países de América y se da también en
España, especialmente entre hablantes catalanes, se debe seguir utilizando este
verbo como impersonal en la lengua culta formal, de acuerdo con el uso
mayoritario entre los escritores de prestigio.
4.1. habemos. Precisamente
por su carácter impersonal, solo puede conjugarse en tercera persona del
singular, de modo que si se desea expresar la presencia de primeras o segundas
personas, no debe utilizarse, en la lengua culta, el verbo haber, aunque a veces se haga así en la
lengua popular, recurriendo, para la primera persona del presente de
indicativo, a la forma habemos: «En México tenemos escasez de
líderes naturales. Los pocos que habemos somos combatidos por múltiples
intereses» (Proceso [Méx.] 19.1.97); ¿Cuántos habíais en la fiesta?; debió haberse dicho los pocos que somos o ¿Cuántos
estabais/erais en la fiesta?
4.2. En
el español actual, queda un resto del antiguo uso de haber como impersonal con complementos que
expresan tiempo, caso en el que hoy se emplea normalmente el verbo hacer (→ hacer(se), 2). Se
trata del uso de la forma ha del presente de indicativo pospuesta a
una expresión temporal para referirse a un momento situado tanto tiempo atrás
como indica el complemento: «Diez
años ha que soporto regaños y sarcasmos» (Arrau Digo [Chile 1981]; «Hubo una Compañía, muchos años ha,
pero tuvieron que exiliarse» (Palencia Camino [Ven. 1989]).
5. El
verbo haber forma parte de distintas locuciones,
de las que merecen comentario las siguientes:
a) haber lugar. Se construye normalmente con un complemento precedido
de las preposiciones a o para y significa ‘darse las condiciones
para que se produzca lo expresado por el complemento’: «Con estas precisiones no había
lugar a más conjeturas» (Vega Así [Col. 1981]); «Pero hay lugar para ser pesimistas» (Rangel Salvaje [Ven. 1976]). Es más habitual su
empleo en oraciones negativas. En el presente de indicativo alternan las formas hay y ha, esta última usada especialmente en el
lenguaje jurídico: «Moreiras
alega que no ha lugar a la adopción de medidas legales» (Mundo [Esp.] 28.7.94). No debe suprimirse la
preposición que precede al complemento: «El
alcalde [...] dijo que si él tiene la voluntad de
renunciar al cargo, no ha lugar la expulsión que ha pedido el Grupo Popular» (Abc [Esp.] 17.2.87).
c) habérselas con una persona o una cosa. ‘Enfrentarse a ella’. Solo en este
caso está vigente y es correcto el uso de la forma habemos para la primera persona del plural: «Nos las habemos con un verdadero
profesional» (Casares Lexicografía [Esp. 1950]); «En este caso nos las habemos más
bien con lo que podría llamarse un “religionista”» (Tomasini Lenguaje [Méx. 1993]).
d) habida cuenta. Va siempre seguida de
un complemento precedido de la preposición de y significa ‘teniendo en cuenta lo
expresado por el complemento’. El complemento puede ser un sustantivo o una
oración subordinada introducida por la conjunción que: «Habida cuenta del tiempo transcurrido ya en prisión, el
Tribunal se mostraba clemente» (FdzSantos Extramuros [Esp. 1978]); «No sé cómo supe que era japonés y
no chino, habida cuenta de que la proporción entre chinos y
japoneses en La Habana era abrumadora en favor de los primeros» (CInfante Habana [Cuba 1986]). En la lengua esmerada,
no debe suprimirse en ningún caso la preposición de: «Valiente respuesta, habida cuenta
la complejidad del asunto» (Mundo [Esp.] 11.2.94); «Esta posibilidad parece incluso
más lógica [...], habida cuenta que los ingresos [...] serán mucho menores» (Abc [Esp.] 14.5.82) (→queísmo).
6. haber / a ver. No debe confundirse el infinitivo haber con la expresión homófona a ver, constituida por la preposición a y el infinitivo ver. A ver es una expresión fija que presenta
distintos valores y usos (→ ver(se), 5), en
muchos de los cuales puede reemplazarse por veamos, lo que pone de manifiesto su relación
con el verbo ver y no con haber: A ver con quién aparece
mañana en la fiesta [= Veamos
con quién aparece mañana en la fiesta]; A
ver si te atreves a decírselo a la cara [=
Veamos si te atreves a decírselo a la cara].
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