Las letras presentan una serie de rasgos
formales característicos que nos permiten distinguir unas de otras. Además,
cada una de ellas puede adoptar en muchas lenguas, entre ellas el español, dos
configuraciones diferentes, minúscula y mayúscula, cuyo uso se distribuye de
acuerdo con pautas específicas establecidas para cada lengua. Hay letras cuyas
versiones minúscula y mayúscula coinciden en la forma y se diferencian
únicamente en el tamaño (O, o), pero hay letras en las que ambas
versiones difieren también en la forma (A, a).
Los rasgos gráficos distintivos que
permiten diferencias unas letras de otras se definen, grosso modo, por
la presencia de trazos rectos (verticales, horizontales u oblicuos) o curvos
(abiertos o cerrados) en su núcleo o cuerpo central, y por la presencia o
ausencia de ascendentes o descendentes, esto es, de prolongaciones hacia arriba
o hacia abajo desde el núcleo o parte central; así, por ejemplo, la i está
constituida por un trazo recto vertical (con un punto sobrescrito en su forma
minúscula y sin él en su versión mayúscula), mientras que la o está
constituida por un anillo, esto es, un trazo curvo cerrado; la c, por su
parte, se distingue de la o por presentar un trazo también curvo, pero
abierto hacia la derecha; la p se diferencia de la d en que,
siendo el cuerpo central de ambas un anillo, la primera presenta un descendente
a la izquierda y la segunda un ascendente a la derecha, etc.
En la escritura a mano cada persona traza
las letras de acuerdo con su peculiar caligrafía, aunque en ella siempre deben
ser reconocibles los rasgos básicos que permiten distinguir con claridad unas
letras de otras. En la escritura mecánica o tipográfica, por su parte, las
letras adoptan una apariencia específica, determinada por las características
propias del diseño de la fuente o tipo de letra seleccionado, pero en la que
deben estar también claramente presentes los rasgos distintivos que definen cada
grafema.
Fuente: Real Academia Española y Asociación
de Academias de la Lengua Española. Ortografía de la lengua española. 2011.
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