La palabra solo, tanto cuando es adverbio y
equivale a solamente (Solo llevaba un par de monedas en el
bolsillo) como cuando es adjetivo (No me gusta estar solo),
así como los demostrativos este, ese y aquel, con sus
femeninos y plurales, funcionen como pronombres (Este es tonto;
Quiero aquella) o como determinantes (aquellos tipos, la
chica esa), no deben llevar tilde según las reglas generales de
acentuación, bien por tratarse de palabras llanas terminadas en vocal o en –s,
bien, en el caso de aquel, por ser aguda y acabar en consonante distinta
de n o s.
Aun así, las reglas ortográficas anteriores prescribían
el uso de tilde diacrítica en el adverbio solo y los pronombres
demostrativos para distinguirlos, respectivamente, del adjetivo solo y
de los determinantes demostrativos, cuando en un mismo enunciado eran posibles
ambas interpretaciones y podían producirse casos de ambigüedad, como en los
ejemplos siguientes: Trabaja sólo los domingos [= ‘trabaja solamente los
domingos’], para evitar su confusión con Trabaja solamente los domingos [=
‘trabaja sin compañía los domingos’]; o ¿Por qué compraron aquéllos libros usados?
(aquéllos es el sujeto de la oración), frente a ¿Por qué compraron
aquellos libros usados? (el sujeto de esta oración no está expreso y aquellos
acompaña al sustantivo libros).
Sin embargo, ese empleo tradicional de la tilde en el
adverbio solo y los pronombres demostrativos no cumple el requisito
fundamental que justifica el uso de la tilde diacrítica, que es el de oponer
palabras tónicas o acentuadas a palabras átonas o inacentuadas formalmente
idénticas, ya que tanto solo como los demostrativos son siempre palabras
tónicas en cualquiera de sus funciones. Por eso, a partir de ahora se podrá
prescindir de la tilde en estas formas incluso en casos de ambigüedad. La
recomendación general es, pues, no tildar nunca estas palabras.
Las posibles ambigüedades pueden resolverse casi siempre
por el propio contexto comunicativo (lingüístico o extralingüístico), en
función del cual solo suele ser admisible una de las dos opciones
interpretativas. Los casos reales en los que se produce una ambigüedad que el contexto
comunicativo no es capaz de despejar son raros y rebuscados, y siempre pueden
evitarse por otros medios, como el empleo de sinónimos (solamente o únicamente,
en el caso del adverbio solo), una puntuación adecuada, la inclusión de
algún elemento que impida el doble sentido o un cambio en el orden de palabras
que fuerce una única interpretación.
No hay comentarios:
Publicar un comentario