Definición. Las funciones son papeles o roles que desempeñan los
grupos sintácticos en las relaciones que contraen en los enunciados.
La interpretación de los mensajes no solo
depende del significado de los grupos que los integran, sino también de las
funciones que dichos grupos contraen. Así, la oración Llegará el lunes
admite más de una interpretación, dependiendo de la función que desempeñe el
lunes. Si el lunes es sujeto de llegará, designa la entidad
que se dice que va a llegar, mientras que, si funciona como complemento
circunstancial, la oración informa de que algo o alguien ha de llegar ese día.
Tipos de funciones. Suelen distinguirse tres clases de funciones, que
se corresponden con tres niveles de análisis: sintáctico, semántico e
informativo.
Las funciones sintácticas se establecen a
través de marcas formales como la concordancia o el orden de palabras. Así, la
marca de la función sintáctica de sujeto es la concordancia con el verbo (Las
nubes se levantan). Son funciones sintácticas las de sujeto, complemento
directo, complemento indirecto, complemento de régimen, complemento
circunstancial y atributo, entre otras.
Las funciones semánticas especifican el
tipo de interpretación semántica que debe darse a determinados grupos en
función del predicado del que dependen. Así, el “agente” denota el elemento que
realiza la acción; el “destinatario” designa al ser afectado por el proceso del
predicado, etc. Son funciones semánticas, entre otras, las de “agente”, “paciente”,
“instrumento”, “destinatario”, “lugar” o “tiempo”.
Existe relación entre las funciones
sintácticas y las semánticas (por ejemplo, un sujeto puede ser agente o
paciente), pero la manera específica en la que se establecen tales
correspondencias es una cuestión sumamente controvertida.
Las funciones informativas son valores
discursivos que asumen las unidades sintácticas para adecuar el mensaje a las
necesidades informativas del oyente. Las oraciones Inés escribió ese libro
en 1980; Ese libro lo escribió en 1980 Inés; En 1980 Inés escribió ese libro
están formadas por los mismos grupos, que desempeñan las mismas funciones
sintácticas y semánticas. Pero, aunque representan un mismo acontecimiento, no
informan de lo mismo.
Desde el punto de vista informativo, es
posible dividir los enunciados en dos segmentos: la información que se presenta
como conocida (información temática o tema) y la información que se presenta
como novedosa (información remática o rema). Así, la oración En 1945 terminó
la Segunda Guerra Mundial describe el mismo contenido que La Segunda
Guerra Mundial terminó en 1945. Sin embargo, el orden de las palabras
sugiere, en principio, que en 1945 es parte de la información conocida
en el primer enunciado, pero de la información nueva en el segundo. El rema
tiende a situarse, en efecto, en posición final, aunque no de manera exclusiva.
El tópico es un elemento del mensaje,
aislado normalmente mediante pausas, que acota el marco o ámbito, el punto de
vista o algún otro rasgo necesario para interpretar adecuadamente el enunciado.
Son tópicos los elementos subrayados de los siguientes ejemplos: Esos
estudiantes, ¿de dónde vienen?; Científicamente, es un objetivo
utópico; Con nosotros, trabaja; Lesionado, no pudo jugar.
Como puede verse, tienden a ocupar la posición inicial de la secuencia y quedan
fuera de las interrogaciones y exclamaciones. Aun así, muchos tópicos pueden
aparecer también en posición medial, como en El negocio, económicamente,
era desastroso. El proceso de extraer un argumento o un adjunto y aislarlo
de la oración, colocándolo entre pausas, con el fin de convertirlo en tópico se
denomina topicalización: Admira mucho a Borges > A Borges, lo admira mucho.
El foco es un segmento sintáctico del
enunciado al que se otorga mayor relieve informativo. Se trata de información
nueva, por tanto, de carácter remático. El proceso de realizar un segmento
sintáctico con fines informativos se denomina focalización y el procedimiento
más común para llevarlo a cabo es una forma de anteposición que, a diferencia
de la topicalización, se realiza sin pausa separadora: Eso [foco]
dijo mi jefe / Eso [tópico], lo dijo mi jefe.
Coadyuvan a este proceso otros recursos:
a) Fónicos, como el acento enfático que a menudo recae en lo que se desea realzar (María llamó ayer a mamá / María llamó ayer a mamá / María llamó ayer a mamá).
b) Gramaticales, como la posposición del sujeto cuando se quiere focalizar un complemento (Eso pensaba hacer yo) o las construcciones enfáticas de relativo (A María es a quien llamó mamá).
c) Léxicos, como los adverbios de foco, que pueden ser, entre otros tipos, de exclusión (solo, solamente, únicamente, exclusivamente: Solo un niño lo sabía), de inclusión (aun, incluso, hasta, también, tampoco, ni siquiera: Esquían incluso en verano), de precisión (exactamente, justamente, precisamente: Eran exactamente tres; Llegaron justo en ese momento), de particularización (particularmente, especialmente, sobre todo: Viene sobre todo los jueves) o de aproximación (apenas, prácticamente, casi: prácticamente idéntico, casi enfrente).
Predicados. El concepto de predicado se usa con dos sentidos:
a) En el primero, el predicado designa la expresión gramatical cuyo contenido se atribuye al referente del sujeto. Así, el grupo verbal que se subraya en El maestro explicaba la lección a los alumnos es el predicado que se aplica a lo denotado por el sujeto (el maestro).
b) En el segundo, los predicados son funciones que designan estados, acciones, propiedades o procesos en los que intervienen uno o varios participantes. Así, el predicado de la oración mencionada es el verbo explicaba. Este verbo denota, por su significado, una acción que requiere la concurrencia de tres participantes: un agente, que lleva a cabo la acción (el maestro); una información que se expone (la lección), y un destinatario, al que esa acción se dirige (los alumnos). Estos participantes que intervienen en la noción predicativa se denominan argumentos o actantes. Se llama estructura argumental o valencia de un predicado al conjunto (ordenado o no) de sus argumentos. En este segundo sentido, los predicados no son solo verbales, puesto que también los sustantivos, los adjetivos, los adverbios y las preposiciones pueden tener argumentos, es decir, constituyentes exigidos por su significado léxico.
A estos dos sentidos del término predicado
corresponden dos sentidos del término sujeto. En el primero de ellos, la
novelista es el sujeto en La novelista mostró su libro a los
asistentes y se opone al predicado subrayado, con el que forma la
oración. En el segundo sentido, la novelista es sujeto tan solo de mostró,
y se opone al complemento directo (su libro) y al indirecto (a los
asistentes).
Predicación no verbal o secundaria. Pueden ser también elementos predicativos los adjetivos,
adverbios y sustantivos que se atribuyen al referente de un grupo nominal al
que no pertenecen. Con frecuencia esta atribución se efectúa a través de otro
verbo, es decir, de otro predicado, por lo que se denomina predicación
secundaria. En Los pasajeros llegaron exhaustos, el sujeto los
pasajeros es la base de dos predicaciones: una, verbal (la que tiene como
núcleo llegaron) y otra, adjetiva (la que efectúa el adjetivo exhaustos,
que se denomina tradicionalmente complemento predicativo). En ocasiones,
esta predicación se efectúa sin la intermediación de un verbo. Ocurre así en
las construcciones absolutas y en algunos enunciados sin verbo: Terminada
la clase, se fueron; El Independiente, campeón.
Complementos argumentales y adjuntos. Los complementos argumentales introducen información
exigida o pedida por el significado de los predicados, mientras que los
adjuntos son modificadores no reclamados o no seleccionados. Los adjuntos de
los verbos se denominan tradicionalmente complementos circunstanciales, pues
especifican las circunstancias (tiempo, lugar, compañía, instrumento, cantidad,
modo, finalidad y causa) que acompañan las acciones o a los procesos: trabajar
por las tardes, construir una casa en la playa, estudiar con
alguien, escribir con pluma estilográfica, esforzarse enormemente,
bailar con gracia, ahorrar para las vacaciones, viajar por
necesidad. Son adjuntos del nombre los adjetivos calificativos, las
oraciones de relativo y muchos modificadores preposicionales (como la prensa
de hoy), que también pueden serlo del adjetivo (feliz por su
matrimonio).
Fuente: Real Academia Española y Asociación
de Academias de la Lengua Española. Nueva gramática básica de la lengua
española. 2011.
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