sábado, 12 de octubre de 2013

Las funciones

Definición. Las funciones son papeles o roles que desempeñan los grupos sintácticos en las relaciones que contraen en los enunciados.

La interpretación de los mensajes no solo depende del significado de los grupos que los integran, sino también de las funciones que dichos grupos contraen. Así, la oración Llegará el lunes admite más de una interpretación, dependiendo de la función que desempeñe el lunes. Si el lunes es sujeto de llegará, designa la entidad que se dice que va a llegar, mientras que, si funciona como complemento circunstancial, la oración informa de que algo o alguien ha de llegar ese día.

Tipos de funciones.  Suelen distinguirse tres clases de funciones, que se corresponden con tres niveles de análisis: sintáctico, semántico e informativo.

Las funciones sintácticas se establecen a través de marcas formales como la concordancia o el orden de palabras. Así, la marca de la función sintáctica de sujeto es la concordancia con el verbo (Las nubes se levantan). Son funciones sintácticas las de sujeto, complemento directo, complemento indirecto, complemento de régimen, complemento circunstancial y atributo, entre otras.

Las funciones semánticas especifican el tipo de interpretación semántica que debe darse a determinados grupos en función del predicado del que dependen. Así, el “agente” denota el elemento que realiza la acción; el “destinatario” designa al ser afectado por el proceso del predicado, etc. Son funciones semánticas, entre otras, las de “agente”, “paciente”, “instrumento”, “destinatario”, “lugar” o “tiempo”.

Existe relación entre las funciones sintácticas y las semánticas (por ejemplo, un sujeto puede ser agente o paciente), pero la manera específica en la que se establecen tales correspondencias es una cuestión sumamente controvertida.

Las funciones informativas son valores discursivos que asumen las unidades sintácticas para adecuar el mensaje a las necesidades informativas del oyente. Las oraciones Inés escribió ese libro en 1980; Ese libro lo escribió en 1980 Inés; En 1980 Inés escribió ese libro están formadas por los mismos grupos, que desempeñan las mismas funciones sintácticas y semánticas. Pero, aunque representan un mismo acontecimiento, no informan de lo mismo.

Desde el punto de vista informativo, es posible dividir los enunciados en dos segmentos: la información que se presenta como conocida (información temática o tema) y la información que se presenta como novedosa (información remática o rema). Así, la oración En 1945 terminó la Segunda Guerra Mundial describe el mismo contenido que La Segunda Guerra Mundial terminó en 1945. Sin embargo, el orden de las palabras sugiere, en principio, que en 1945 es parte de la información conocida en el primer enunciado, pero de la información nueva en el segundo. El rema tiende a situarse, en efecto, en posición final, aunque no de manera exclusiva.

El tópico es un elemento del mensaje, aislado normalmente mediante pausas, que acota el marco o ámbito, el punto de vista o algún otro rasgo necesario para interpretar adecuadamente el enunciado. Son tópicos los elementos subrayados de los siguientes ejemplos: Esos estudiantes, ¿de dónde vienen?; Científicamente, es un objetivo utópico; Con nosotros, trabaja; Lesionado, no pudo jugar. Como puede verse, tienden a ocupar la posición inicial de la secuencia y quedan fuera de las interrogaciones y exclamaciones. Aun así, muchos tópicos pueden aparecer también en posición medial, como en El negocio, económicamente, era desastroso. El proceso de extraer un argumento o un adjunto y aislarlo de la oración, colocándolo entre pausas, con el fin de convertirlo en tópico se denomina topicalización: Admira mucho a Borges > A Borges, lo admira mucho.

El foco es un segmento sintáctico del enunciado al que se otorga mayor relieve informativo. Se trata de información nueva, por tanto, de carácter remático. El proceso de realizar un segmento sintáctico con fines informativos se denomina focalización y el procedimiento más común para llevarlo a cabo es una forma de anteposición que, a diferencia de la topicalización, se realiza sin pausa separadora: Eso [foco] dijo mi jefe / Eso [tópico], lo dijo mi jefe.

Coadyuvan a este proceso otros recursos: 
a)  Fónicos, como el acento enfático que a menudo recae en lo que se desea realzar (María llamó ayer a mamá / María llamó ayer a mamá / María llamó ayer a mamá). 
b)    Gramaticales, como la posposición del sujeto cuando se quiere focalizar un complemento (Eso pensaba hacer yo) o las construcciones enfáticas de relativo (A María es a quien llamó mamá). 
c)    Léxicos, como los adverbios de foco, que pueden ser, entre otros tipos, de exclusión (solo, solamente, únicamente, exclusivamente: Solo un niño lo sabía), de inclusión (aun, incluso, hasta, también, tampoco, ni siquiera: Esquían incluso en verano), de precisión (exactamente, justamente, precisamente: Eran exactamente tres; Llegaron justo en ese momento), de particularización (particularmente, especialmente, sobre todo: Viene sobre todo los jueves) o de aproximación (apenas, prácticamente, casi: prácticamente idéntico, casi enfrente). 
Predicados. El concepto de predicado se usa con dos sentidos: 
a)    En el primero, el predicado designa la expresión gramatical cuyo contenido se atribuye al referente del sujeto. Así, el grupo verbal que se subraya en El maestro explicaba la lección a los alumnos es el predicado que se aplica a lo denotado por el sujeto (el maestro). 
b)    En el segundo, los predicados son funciones que designan estados, acciones, propiedades o procesos en los que intervienen uno o varios participantes. Así, el predicado de la oración mencionada es el verbo explicaba. Este verbo denota, por su significado, una acción que requiere la concurrencia de tres participantes: un agente, que lleva a cabo la acción (el maestro); una información que se expone (la lección), y un destinatario, al que esa acción se dirige (los alumnos). Estos participantes que intervienen en la noción predicativa se denominan argumentos o actantes. Se llama estructura argumental o valencia de un predicado al conjunto (ordenado o no) de sus argumentos. En este segundo sentido, los predicados no son solo verbales, puesto que también los sustantivos, los adjetivos, los adverbios y las preposiciones pueden tener argumentos, es decir, constituyentes exigidos por su significado léxico. 
A estos dos sentidos del término predicado corresponden dos sentidos del término sujeto. En el primero de ellos, la novelista es el sujeto en La novelista mostró su libro a los asistentes y se opone al predicado subrayado, con el que forma la oración. En el segundo sentido, la novelista es sujeto tan solo de mostró, y se opone al complemento directo (su libro) y al indirecto (a los asistentes).

Predicación no verbal o secundaria. Pueden ser también elementos predicativos los adjetivos, adverbios y sustantivos que se atribuyen al referente de un grupo nominal al que no pertenecen. Con frecuencia esta atribución se efectúa a través de otro verbo, es decir, de otro predicado, por lo que se denomina predicación secundaria. En Los pasajeros llegaron exhaustos, el sujeto los pasajeros es la base de dos predicaciones: una, verbal (la que tiene como núcleo llegaron) y otra, adjetiva (la que efectúa el adjetivo exhaustos, que se denomina tradicionalmente complemento predicativo). En ocasiones, esta predicación se efectúa sin la intermediación de un verbo. Ocurre así en las construcciones absolutas y en algunos enunciados sin verbo: Terminada la clase, se fueron; El Independiente, campeón.

Complementos argumentales y adjuntos. Los complementos argumentales introducen información exigida o pedida por el significado de los predicados, mientras que los adjuntos son modificadores no reclamados o no seleccionados. Los adjuntos de los verbos se denominan tradicionalmente complementos circunstanciales, pues especifican las circunstancias (tiempo, lugar, compañía, instrumento, cantidad, modo, finalidad y causa) que acompañan las acciones o a los procesos: trabajar por las tardes, construir una casa en la playa, estudiar con alguien, escribir con pluma estilográfica, esforzarse enormemente, bailar con gracia, ahorrar para las vacaciones, viajar por necesidad. Son adjuntos del nombre los adjetivos calificativos, las oraciones de relativo y muchos modificadores preposicionales (como la prensa de hoy), que también pueden serlo del adjetivo (feliz por su matrimonio). 

Fuente: Real Academia Española y Asociación de Academias de la Lengua Española. Nueva gramática básica de la lengua española. 2011.

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