sábado, 20 de abril de 2013

¿debiera o debería?


Una de las mayores dificultades del estudio de la gramática es el paradigma verbal. Como estudiantes de primaria o secundaria, nos parecían demasiado complicados los nombres de los tiempos y modos verbales y más aún si se estudiaba el de la Real Academia de la Lengua Española a la par del propuesto por Andrés Bello.

El caso es que no es sino hasta la edad adulta y por formación profesional, que descubrimos la lógica del enrevesado paradigma; algo innecesario para nosotros como hablantes, que sin saber el nombre de cada forma verbal, elegimos la apropiada para comunicarnos con nuestros interlocutores.

Las dudas surgen, por lo general, cuando nos enfrentamos al texto escrito. Y es por esto mismo que me consultan cuándo se debe utilizar debiera y cuándo debería.

Debiera o debiese son las formas de primera y de tercera persona singular del pretérito imperfecto de subjuntivo. El modo subjuntivo es “el que manifiesta lo expresado por el verbo con marcas que indican la subjetividad”; a diferencia del modo indicativo, que “enuncia como real lo expresado por el verbo”; así decimos que el jefe debía llegar a las 8 a la oficina y otras veces decimos que debiera o debiese llegar a esa hora; todo dependiendo del grado de probabilidad de que lo enunciado por el verbo hubiera ocurrido o no.

Adicionalmente, al tratarse de una forma verbal en pretérito imperfecto, esto le otorga a lo señalado que se trata de una acción que se mantiene en el tiempo: “tiempo que indica una acción o un estado de cosas simultáneas a un instante anterior al momento en que se habla”; así, no es lo mismo decir que “el niño debía comer antes de las doce”, que “el niño debió comer antes de las doce”. En la segunda oración (en pretérito perfecto) es clara la indicación de una acción acabada o perfecta (debió) y en la primera si bien es cierto alude al pasado, se trata de una acción que se alarga en el pasado (debía). Otro ejemplo sería amó frente a amaba.

Debería es una forma de la primera y tercera persona singular del condicional simple de indicativo (pospretérito según la terminología de Andrés Bello). El condicional se refiere a una “acción futura en relación con el pasado del que se parte”; además, se alude a algo que “incluye y lleva consigo una condición o requisito”; por lo que se hace referencia a la probabilidad de que algo ocurra, en ciertas condiciones. Así, si afirmamos que “el jefe debería llegar a las 8 a la oficina”, se evidencia de tal frase que si se presentan ciertas condiciones tal situación se daría (si no tuviere algún retraso, estaría en la oficina a esa hora).

En todo caso, como usuarios del español tenemos la competencia necesaria para elegir una u otra forma verbal de acuerdo con nuestras necesidades comunicativas, aun cuando desconozcamos el lenguaje técnico utilizado para referirse a cada uno de estos fenómenos lingüísticos.

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