Las palabras homófonas son aquellas que
suenan igual pero que, por tratarse de palabras diferentes, tienen diferente
significado. Tal es el caso de la conjugación del verbo haber en la tercera
persona de singular del presente de indicativo (hay) (ejemplo: En esta
oficina hay cuatro escritorios) y de la interjección ay, que muchas
veces se escribe dentro de signos de admiración, pues manifiesta estados de
ánimo (ejemplo: ¡ay de mí si no llego a tiempo!).
Aunque no son homófonas propiamente,
podemos también referir en este caso el adverbio ahí que generalmente se
escribe junto al verbo e indica las circunstancias de espacio o lugar en las
que se realiza la acción verbal (ejemplo: Tu cepillo de dientes está ahí);
y la interjección ah, utilizada para denotar estados de ánimo y en
América, para interrogar (ejemplo: ¡Ah, pobre de mí!).
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