Me consultan sobre los usos que se dan a la sangría.
La sangría o acción de sangrar, se refiere más al ámbito de la
impresión o diseño que al de la ortografía o gramática de cualquier lengua. Sangrar
un texto es “empezar un renglón más adentro que los otros de la plana, como
se hace con el primero de cada párrafo” (DILE); también puede utilizarse la
sangría francesa o colgante, que es cuando la primera línea del párrafo se
mantiene al margen izquierdo y el resto de las líneas empiezan más adentro.
La Academia Mexicana de la Lengua señala que sobre el
uso de la sangría “no hay reglas”, “sino únicamente criterios editoriales para
utilizarla”. Tales criterios varían según la editorial, institución, oficina,
compañía o universidad, “sin que unos sean más o menos correctos que otros”. Lo
importante es, “mantener uniformidad en el criterio adoptado” (http://www.academia.org.mx/espin/Detalle?id=196).
Lo que hay que tener presente al utilizar diferentes
elementos tipográficos (sangrías, organización en párrafos, títulos,
subtítulos, enumeraciones, uso de viñetas, entre otros) es que su objetivo es
no solo hacer más agradable a la vista el texto, sino también facilitar su
comprensión. Es así como el uso de un tipo de letra más grande, el resaltado en
negrita o el subrayado, cumplen una función específica en el texto. Es por ello
que su uso responderá al sentido que se les pretenda dar en el texto.
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