martes, 28 de agosto de 2018

Uso de la sangría

Me consultan sobre los usos que se dan a la sangría. La sangría o acción de sangrar, se refiere más al ámbito de la impresión o diseño que al de la ortografía o gramática de cualquier lengua. Sangrar un texto es “empezar un renglón más adentro que los otros de la plana, como se hace con el primero de cada párrafo” (DILE); también puede utilizarse la sangría francesa o colgante, que es cuando la primera línea del párrafo se mantiene al margen izquierdo y el resto de las líneas empiezan más adentro.

La Academia Mexicana de la Lengua señala que sobre el uso de la sangría “no hay reglas”, “sino únicamente criterios editoriales para utilizarla”. Tales criterios varían según la editorial, institución, oficina, compañía o universidad, “sin que unos sean más o menos correctos que otros”. Lo importante es, “mantener uniformidad en el criterio adoptado” (http://www.academia.org.mx/espin/Detalle?id=196).

Lo que hay que tener presente al utilizar diferentes elementos tipográficos (sangrías, organización en párrafos, títulos, subtítulos, enumeraciones, uso de viñetas, entre otros) es que su objetivo es no solo hacer más agradable a la vista el texto, sino también facilitar su comprensión. Es así como el uso de un tipo de letra más grande, el resaltado en negrita o el subrayado, cumplen una función específica en el texto. Es por ello que su uso responderá al sentido que se les pretenda dar en el texto.

Lo importante, en todo caso, es ser consistente respecto de ese uso. Por ejemplo, si se opta por colocar los ejemplos o las transcripciones con una sangría en todos sus líneas (cambio en el margen izquierdo), así debe mantenerse a lo largo de todo el texto, para que el lector pueda identificar la naturaleza de lo escrito con ese mecanismo tipográfico.

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