sábado, 4 de octubre de 2014

Correspondencias entre fonemas y grafemas en español

En español, como en todas las lenguas de escritura alfabética, los grafemas tienen como función representar gráficamente los fonemas.

Idealmente, cada fonema debería estar representado por un solo grafema y cada grafema debería servir para representar un solo fonema. Este ideal de correspondencia biunívoca entre fonemas y grafemas no se da prácticamente en ninguna de las lenguas que han contado desde sus orígenes con sistemas de representación gráfica, debido esencialmente al gran peso que suele tener en la escritura la tradición gráfica heredada. Así, aunque la lengua hablada se modifique, en la lengua escrita suelen mantenerse las formas gráficas asentadas de manera estable en el uso. Esa tendencia conservadora de la ortografía explica la resistencia a suprimir grafemas que han dejado de tener un valor fonológico diferenciado por haber desaparecido el fonema que representaban. Por otra parte, la existencia de combinaciones de grafemas para representar un solo fonema tiene que ver con el rechazo mostrado en la mayoría de las lenguas a la creación de signos completamente nuevos para transcribir nuevos fonemas, siendo lo normal recurrir para ello a la combinación de grafemas ya existentes.

A diferencia de otras lenguas, como el francés o el inglés, cuyas ortografías han evolucionado muy poco en relación con los cambios experimentados por sus sistemas fonológicos, el español presenta un alto grado de adecuación entre unidades fónicas y gráficas. Esto se debe, por un lado, a la relativa simplicidad de nuestro sistema fonológico en comparación con el de otras lenguas y, por otro, a la realización de sucesivas reformas ortográficas parciales, necesarias y posibles en momentos en que el sistema de representación gráfica carecía aún de estabilidad y fijeza, y que estuvieron guiadas en su mayoría por el principio de adecuación entre grafía y pronunciación.

El español presenta, no obstante, algunas desviaciones del ideal de correspondencia biunívoca entre grafemas y fonemas, debidas fundamentalmente a razones históricas o etimológicas. Así, en nuestro sistema gráfico, que cuenta con veintisiete grafemas y cinco dígrafos para representar veinticuatro unidades fonológicas, hay ciertos fonemas que pueden aparecer gráficamente representados de varias maneras y algunos grafemas que representan, según el contexto, distintos fonemas. Además, existen dos grafemas especiales: la h, que no representa ningún fonema y carece de correlato fónico en el español estándar, y la x, que representa, en la mayoría de los casos, una secuencia de dos fonemas. 

Fuente: Real Academia Española y Asociación de Academias de la Lengua Española. Ortografía de la lengua española. 2011.

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