miércoles, 26 de febrero de 2014

Empleo genérico del masculino

El masculino es en español el género no marcado, y el femenino, el marcado. El miembro no marcado de una oposición puede abarcar el conjunto designado por los dos miembros (como día en la oposición día/noche). En referencia a seres animados, el masculino en uso genérico puede emplearse para designar toda la especie, por tanto con inclusión de individuos de ambos sexos: Un estudiante universitario tiene que esforzarse mucho; Los hombres prehistóricos se vestían con pieles de animales. Son ejemplos patentes los plurales padres (‘padre y madre’), reyes (‘rey y reina’), príncipes (‘príncipe y princesa’), etc.

Existen medios para deshacer posibles ambigüedades. Están entre ellos los factores extralingüísticos y contextuales, como lo que llevan a interpretar que se trata solo de varones en Pocos jóvenes son ordenados sacerdotes actualmente. Si, por el contrario, no queda claro que la expresión comprende individuos de uno y otro sexo, la lengua posee recursos para especificarlo, como los desdoblamientos (Los españoles y las españolas pueden servir en el Ejército) o la adición de otros elementos (empleados de ambos sexos; empleados, tanto hombres como mujeres). La doble mención se ha interpretado siempre como señal de cortesía en ciertos usos vocativos: señoras y señores; amigas y amigos, etc.

Resultan innecesarias las series coordinadas de sustantivos de ambos géneros propias del lenguaje político y administrativo actual: los alumnos y las alumnas, a todos los chilenos y a todas las chilenas, un derecho de todos los ciudadanos y de todas las ciudadanas. El uso  no marcado del masculino permite abarcar individuos de los dos sexos.  

Fuente: Real Academia Española y Asociación de Academias de la Lengua Española. Nueva gramática básica de la lengua española. 2011.

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