Las oraciones subordinadas se dividen
tradicionalmente en tres grupos: sustantivas (Mencionó que llegaría hoy;
Prometo estudiar la lección; Dime cómo te va); adjetivas o de
relativo (el color que te gusta, las personas a las que me refiero,
nada que decir) y adverbiales o circunstanciales (Lo sé porque
lo he visto; Viene a que le reparen el auto; Lo harán aunque
pierdan), que serán analizadas en los capítulos correspondientes.
El tercer grupo de oraciones subordinadas,
las adverbiales o circunstanciales, es el más polémico. El paralelismo con los
adverbios o en los que se basa esa denominación es inexacto, ya que no existen
adverbios que puedan sustituir oraciones finales, concesivas, causales, etc. El
problema no se resuelve sustituyendo el término adverbial por circunstancial,
ya que las prótasis condicionales o concesivas no son complementos
circunstanciales, sino que participan en estructuras bimembres (denominadas
tradicionalmente períodos). En esta obra se empleará el término subordinación
adverbial cuando se desee recordar su contenido tradicional o abarcar,
conjuntamente el grupo que corresponde a estas oraciones en la tradición
gramatical hispánica.
Fuente: Real Academia Española y Asociación
de Academias de la Lengua Española. Nueva gramática básica de la lengua española.
2011.
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