Uso correcto de las palabras

El otro día alguien me consultaba sobre la palabra precisa para enviar un mensaje a un grupo de personas. Se iba a realizar una reunión en una oficina y quería saber si decirles que se acercaran o se aproximaran a ese lugar.

En ese momento pensé en la importancia de utilizar el lenguaje con propiedad y que para eso era necesario conocer el verdadero significado de las palabras. A veces asumimos un significado para una palabra, que se aleja de su significado correcto. No es lo mismo decir “mirada perspicaz”, que “mirada suspicaz” o hablar de un “hecho eminente” o de un “hecho inminente”.

Pero la incorrección no solo se ve cuando hay fallas en la exactitud de los significados que damos a algunas palabras. También se da con la presencia de los barbarismos, que es cuando pronunciamos o escribimos mal una palabra. Algunos ejemplos tomados del libro de Martha Virginia Müller (Curso básico de redacción, EUCR, 2004), son: carcular (calcular), hechar (echar), méndigo (mendigo), sólido (solitario), congratularse (congraciarse), infringir (infligir), rectificación (ratificación), actitud (aptitud), accesar (acceder).

La recomendación, como siempre, es consultar el diccionario, que nos aclarará el significado correcto de las palabras; pero no solo eso, es bueno hacer el ejercicio de construir oraciones con esa palabra, pues solo contextualmente, en la práctica, podemos asimilarlo y apoderarnos de ese nuevo conocimiento.