Este parámetro determina la primera
distinción básica, pues es el que permite dividir los fonemas en dos grandes
grupos: vocales y consonantes.
a)
Vocales:
Durante su emisión, el flujo de aire
procedente de los pulmones, tras su paso por la laringe —donde están situadas
las cuerdas vocales—, no encuentra ningún obstáculo en su salida al exterior.
b)
Consonantes: Durante su emisión, se produce un contacto o una aproximación
de los órganos articulatorios que obstaculiza en algún punto la salida del aire
al exterior. Entre las consonantes cabe hacer una distinción adicional, que las
separa en dos grupos:
· Obstruyentes:
El aire encuentra una obstrucción total
(cierre) o parcial (estrechamiento), provocando en su salida bien una
explosión, bien un ruido de fricción.
· Sonantes: A pesar del cierre o el estrechamiento que se produce en
alguna zona de la cavidad oral, el aire encuentra otras vías como las laterales
de la boca o las fosas nasales, por donde salir libremente.
Las vocales se perciben con mayor facilidad
y producen una impresión de mayor armonía y musicalidad que las consonantes. Al
ser más claramente perceptibles, las vocales pueden constituir el centro o núcleo
de la sílaba, mientras que las consonantes solo pueden funcionar, en español,
como núcleo. Todas las vocales son sonantes, por lo que este rasgo no resulta
en ellas distintivo; sí lo es, en cambio, en las consonantes, pues las hay
obstruyentes, como /p/, y sonantes, como /l/.
Fuente: Real Academia Española y Asociación
de Academias de la Lengua Española. Ortografía de la lengua española. 2011.
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