Continúo
hoy con la transcripción de las recomendaciones que dan la Real Academia
Española y la Asociación de Academias de la Lengua Española, y en libro El
buen uso del español (2013), sobre el uso de los dos puntos:
Además de los vistos en el capítulo anterior, el uso de
los dos puntos se extiende a otros contextos o construcciones lingüísticas,
entre los que cabe citar los siguientes:
Entre oraciones yuxtapuestas. Se emplean los dos puntos para conectar oraciones
relacionadas entre sí, dejando entrever una relación de dependencia. Esta
relación puede ser de diferentes tipos:
· Causa-efecto: Se
ha quedado sin trabajo: no podrá ir de vacaciones este verano.
· Conclusión,
consecuencia o resumen de la oración anterior: El arbitraje fue injusto y se
cometieron muchos errores: al final se perdió el partido.
· Verificación o
explicación de la oración anterior, que suele tener un sentido más general: La
paella es un plato muy completo y nutritivo: tiene la fécula del arroz, las
proteínas de sus carnes y pescados, y la fibra de sus verduras.
· Oposición: Rodolfo
no es una persona: es mi gato.
En este tipo de contextos, los dos puntos pueden alternar
con el punto y coma.
Con conectores discursivos. Suelen usarse los dos puntos tras algunos conectores de
carácter introductorio que anuncian, de manera un tanto enfática, una
explicación, como a saber, es decir, en conclusión, pues bien, dicho de otro
modo, más aún, ahora bien, etc.:
La voz carbunclo tiene dos sentidos, a saber: ‘piedra
preciosa’ y ‘enfermedad del ganado’.
Dice que se va. Más aún: amenaza con no volver jamás.
Tampoco en este caso debe usarse la mayúscula tras los
dos puntos.
En la mayoría de estos contextos puede, asimismo,
escribirse coma en lugar de dos puntos, si bien con ella desaparecen el énfasis
y la expectación creada en el lector en relación con lo que se va a decir.
Delante de los conectores,
no deben usarse los dos puntos. Por tanto, sería incorrecto escribir, por
ejemplo, ÄSe
ha preparado durante diez meses: por tanto, no tendrá problemas en aprobar.
|
En títulos y epígrafes. En títulos y epígrafes es frecuente el uso de los dos
puntos para separar el concepto general del aspecto parcial del que va a
tratarse:
La literatura medieval: fuentes y desarrollo.
En cartas y documentos administrativos
· Se emplean dos
puntos tras las fórmulas de saludo en el encabezamiento de cartas y documentos.
La palabra que sigue a los dos puntos se escribe con inicial mayúscula y en
renglón aparte:
Estimado señor:
Le agradeceré que en el plazo más breve posible…
Debe
evitarse utilizar la coma de los dos puntos con este tipo de fórmulas. Así,
no es correcto escribir
|
Querida
Raquel,
|
Hace
tiempo que quería decirte…
|
· Se usan, asimismo,
tras verbos como certificar, exponer, solicitar…, escritos enteramente
en mayúsculas, que actúan como fórmulas de enunciación en los textos jurídicos
y administrativos. También en estos casos la primera palabra que sigue a dicho
verbo se escribe con inicial mayúscula y en párrafo aparte:
CERTIFICA:
Que D. José Álvarez ha concluido con honores el Curso…
Del mismo modo, se escriben dos puntos tras gerundios
como considerando o resultando cuando preceden a cada una de las
razones que sirven de apoyo a un fallo, dictamen o solicitud.
Concurrencia con otros signos. Como es lógico, los dos puntos no pueden aparecer junto a
los otros signos delimitadores (punto, coma y punto y coma), puesto que cumplen
la misma función.
Sí pueden concurrir, en cambio, con los demás (los de
interrogación o exclamación, los puntos suspensivos, los paréntesis, los
corchetes, las rayas, etc.):
Todas esas personas no son de fiar (nunca cumplen
su palabra): mejor alejarse de ellas.
Si pudiera recuperar algo de aquello…: las
emociones, la capacidad de sorpresa, la alegría y tantas otras cosas.
En estos casos, los dos puntos siempre deben colocarse a
continuación de los demás signos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario