Del mismo modo que los fonemas son las
unidades mínimas distintivas en el plano fónico, los grafemas son las unidades
mínimas distintivas en el plano de la escritura. Son mínimas, porque no pueden
descomponerse en unidades menores. Son distintivas, porque son capaces de
diferenciar un signo lingüístico de otro, como se comprueba en la serie basta,
vasta, hasta, casta y pasta, donde son los
grafemas b, v, h, c y p los que distinguen gráficamente entre sí
estas palabras de muy diverso significado. Esta capacidad distintiva se pone
especialmente de manifiesto en el caso de voces que resultan indistinguibles en
el plano fónico, pero que se escriben de diferente manera, como ocurre con basto
(‘grosero, tosco’) y vasto (‘extenso’), encima (‘en lugar o
parte superior’) y enzima (‘catalizador de las reacciones bioquímicas
del metabolismo’) o haya (‘cierto árbol’) y aya (‘mujer encargada
de la educación de los niños’). No obstante, hay veces en que la capacidad
distintiva de los grafemas se neutraliza y un mismo signo lingüístico puede
aparecer excepcionalmente escrito de más de una manera, sin que esa diferencia
gráfica responda a ningún cambio en la pronunciación, como ocurre en alhelí/alelí,
ácimo/ázimo, endibia/endivia o hégira/héjira. La existencia de este
tipo de variantes gráficas, que quiebran el ideal de que a cada palabra fónica
le corresponda una sola palabra gráfica, son excepciones que vienen impuestas
por el uso, que se manifiesta variable en ocasiones por la posibilidad de que a
un mismo fonema pueda corresponderle más de una representación gráfica.
Los grafemas son, además, unidades gráficas
mínimas de carácter secuencial, puesto que se manifiestan de forma lineal o
sucesiva en la cadena escrita, al igual que los fonemas lo hacen en la cadena
hablada; por lo tanto, no se consideran grafemas los signos ortográficos
diacríticos, como la tilde o la diéresis, que también poseen valor distintivo
en español (plato/plató, pingue/pingüe), ya que no son secuenciales,
sino que se escriben sobre los grafemas a los que afectan.
Fuente: Real Academia Española y Asociación
de Academias de la Lengua Española. Ortografía de la lengua española. 2011.
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