Los sustantivos no contables o continuos (agua,
aire, arena, tierra), por razones de significado, suelen construirse en
singular. Cuando aparecen en plural, pueden pasar a ser sustantivos contables (el
café ~ tres cafés).
Si se mantienen como no contables, suelen aportar una variante estilística que
a menudo no constituye una auténtica pluralización: el agua ~ las
aguas; {la arena ~ las arenas} del desierto; la tierra castellana ~ las
tierras castellanas; la nieve ~ las nieves; tomar sopa ~ tomar sopas; en el cielo ~ en los
cielos.
Fuente: Real Academia Española y Asociación
de Academias de la Lengua Española. Nueva gramática básica de la lengua
española. 2011.
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